martes, 23 de julio de 2013

JUNTOS POR LA VIDA: INTRODUCCIÓN AL TEMA (Punto nº 2)

2) La misión comienza en el corazón del Dios Trino y Uno, y el amor que une a la Santa Trinidad desborda en toda la humanidad y la creación. El Dios misionero que envía a su Hijo al mundo hace un llamamiento a todo su pueblo (Juan 20:21), y le da poder para que sea una comunidad de esperanza. A la iglesia se le encomendó que celebre la vida, y que resista y transforme las fuerzas que destruyen la vida, en el poder del Espíritu Santo. ¡Cuán importante es “recibir el Espíritu Santo” (Juan 20:22) para llegar a ser testigos vivos del reino venidero de Dios! Basándonos en una valoración renovada de la misión del Espíritu, ¿cómo hemos de replantearnos la misión de Dios en el mundo actual diversificado y en constante evolución?

COMENTARIOS:

Daniel Vergara Este segundo punto me resulta muy importante para dar continuidad al resto del documento, así como al planteamiento que como comunidad cristiana vamos a dar a la "Misión". "La misión comienza en el corazón del Dios Trino y Uno," nos dirige a la acción amorosa de Dios para la salvación de la humanidad y la creación. El envío del Hijo para hacernos llegar su mensaje de amor, y el saber que la iglesia es parte de esa misión de Dios si es capaz de anunciar con hechos y palabras el "kerigma", la buena noticia a un mundo quebrantado y dolorido. El Espíritu Santo nos impulsa a vivir desde la perspectiva desbordante del amor de Dios, reuniendo de día en día a todos aquellos que transformados por la Palabra creadora de Dios viven esta experiencia.

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