lunes, 30 de enero de 2012

Las iglesias oran por la unidad de los cristianos

Para publicación inmediata: 30 enero 2012

En una reunión de oración por la unidad de los cristianos que tuvo lugar el 19 de enero en la catedral de San Nicolás en Seúl, S.E. Ambrosios de Corea ofició, con pastores de las parroquias locales, la ceremonia de la partición de los cinco panes (Artoklasia), distribuidos por los dirigentes cristianos de diversas denominaciones de Corea. © Chang Kyu Daniel Na
A pesar de las divisiones que subsisten, las iglesias y congregaciones observaron en enero la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año se centró en el tema “Todos seremos transformados por la victoria de nuestro Señor Jesucristo” (1 Cor 15:51-58).
Organizada conjuntamente por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión de Fe y constitución del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se celebra del 18 al 25 de enero (en el hemisferio norte) o en torno a Pentecostés (en el hemisferio sur).
Este año los materiales fueron preparados por las iglesias de Polonia, inspirándose en su propia historia de partición y de victoria sobre la opresión.
Los textos, enviados a las iglesias por el CMI y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, fueron adaptados en función de los diversos contextos locales para las celebraciones de la Semana de Oración que tuvieron lugar en todas partes del mundo.
En Filipinas, donde la población se ha visto confrontada a una crisis de gobernanza, las iglesias tomaron la iniciativa en la promoción de la unidad nacional dejando de lado sus diferencias doctrinales. Juntas, dedicaron la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos a orar por el cambio y la paz en el país.
De un modo similar, el Consejo de Iglesias de Gran Bretaña e Irlanda (Churches Together in Britain and Irelanda (CTBI)) puso de relieve la importancia del “cambio”, como parte integrante de la teología y la unidad entre las iglesias.
“El cambio también es un elemento central del movimiento ecuménico. Cuando oramos por la unidad de la iglesia oramos por que las iglesias que conocemos -y que nos resultan tan familiares- cambien a medida que vayan acercándose cada vez más a Cristo”, destacó el CTBI.
En Francia y Suiza, así como en todos los otros países de Europa, también se llevaron a cabo celebraciones, en las que diversas iglesias, entre otras, de tradición ortodoxa, católica romana y protestante, reflexionaron juntas sobre la unidad de los cristianos a través de la oración y la meditación.
En EE. UU. y Canadá, las comunidades cristianas locales celebraron la Semana de Oración con cultos y reuniones comunitarias especiales.
Según el pastor Victor Kim de la Iglesia Presbiteriana de la Gracia en Calgary, “se trata de una semana que es ecuménica por naturaleza. No es de una denominación o una corriente en particular, sino que es una semana que reúne a los católicos romanos, los protestantes y otras tradiciones, incluida la ortodoxa, y que se celebra en todo el mundo”.
Para la Dra. Tamara Grdzelidze, encargada de programa de la Comisión de Fe y Constitución del CMI, el tema ofrece varias perspectivas que muestran la fuerza de la fe como un factor de unión que nos mantiene arraigados en nuestras diversas situaciones en cuanto iglesias.
En un culto especial celebrado el 23 de enero en el Centro Ecuménico en Ginebra con ocasión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, Grdzelidze dijo que “la lectura de la epístola [primera epístola de Pablo a los corintios, 1 Cor 15:51-58] manifiesta, de hecho, la antinomia fundamental del cristianismo, según la cual la derrota se transforma en victoria, la crucifixión en resurrección, y la muerte en vida en un abrir y cerrar de ojos”.
Grdzelidze puso de relieve la importancia de la unidad cristiana que la semana aspira a promover. “En realidad, para seguir al Señor, para servirlo y alcanzar el honor de la victoria sobre la muerte, estamos llamados a la unidad en nuestra fe a través de sus múltiples expresiones, sea la caridad, la oración, la meditación, la acción o la anticipación. La unidad en la fe es, de hecho, una victoria sobre el odio, la maldad, la pereza”, afirmó.

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