La sorpresa manifestada por los miembros de una congregación rural cuando se les ofreció la oportunidad de someterse voluntariamente a pruebas del VIH y recibir el correspondiente asesoramiento, así como otras experiencias similares, han demostrado a Pauline Wanjiru Njiru que no es el virus de la inmunodeficiencia humana el que mata a la gente, sino el temor, el estigma y la ignorancia.
Pauline Wanjiru Njiru con una de las Abuelas contra la Pobreza y el SIDA. Ahora, a sus 80 años, Naomi está encorvada porque se rompió la columna vertebral cortando leña para cocinar para sus nietos huérfanos. |
La gente no conoce los hechos fundamentales sobre el VIH y el SIDA, y estigmatiza a los demás porque tiene miedo a relacionarse con el VIH y teme la infección, dice Njiru, que trabaja con la Iniciativa Ecuménica sobre el VIH y el SIDA en África (EHAIA, por su sigla en inglés). A causa del estigma, la gente no quiere someterse a pruebas.
En cambio, Njiru ha aprendido que un estilo contextual del estudio de la Biblia es una de las claves para ayudar a la iglesia a superar el estigma del VIH y el SIDA y para salvar vidas.
“Si hablas sobre el VIH, quiere decir que eres positivo en VIH”. Estas palabras escuchó decir Njiru a un participante en un taller que ella había organizado en 2009 en Sudán del Sur (ahora el estado recientemente independiente de Sudán del Sur). Incluso ahora esas palabras resuenan todavía en sus oídos.
En otro taller celebrado en las afueras de Nairobi, los participantes pretendían que el VIH no era un problema en su comunidad. En Tanzania, líderes eclesiales confesaron que no habían considerado que las actitudes de las iglesias han estigmatizado a personas que viven con VIH y han fomentado la propagación del virus.
Njiru ha dedicado una parte considerable de su ministerio a la parroquia y la enseñanza de la teología en una universidad y en un seminario, multiplicando su actividad como conferenciante y capellán. Fue ordenada sacerdote en la Iglesia Anglicana en 1992.
El programa EHAIA, que forma parte del Consejo Mundial de Iglesias, promueve la realización de pruebas del VIH y la creación de congregaciones y parroquias competentes en el VIH.
El liderazgo no siempre es fácil
Como pastora, Njiru reconoce los obstáculos con que se enfrentan los dirigentes eclesiales: temor, ignorancia y estigma. A pesar estar llamados a predicar la buena nueva que promete plenitud de vida, encuentran difícil separar la realidad de la infección del VIH del comportamiento sexualmente inmoral. Sin embargo, a medida que los hijos nacidos con VIH llegan ahora a ser adultos y preguntan “¿qué hicimos para ser positivos en VIH?”, los cristianos no pueden pasar por alto la transmisión del VIH de madres a hijos.
Njiru ha hecho que los dirigentes eclesiales se empeñen en un estudio contextual de la Biblia como proceso para examinar las cuestiones relacionadas con el VIH y el estigma conexo. Ha comprometido a dirigentes eclesiales a nivel nacional y de base.
La historia de Rahab, clériga anglicana que vive con el VIH, confirmó a Njiru que, aunque se ha incrementado la toma de conciencia sobre el VIH, algunos dirigentes eclesiales siguen todavía sin llegar a comprender los problemas reales. Poco antes de que Rahab se casara, un obispo que conocía su condición aconsejó a su novio que cancelara el compromiso. Al enterarse de esto, Njiru buscó a Rahab y encontró a una mujer desecha por el estigma del VIH, con la relación con su novio destrozada y sin nadie a quien acudir.
Rahab ha vuelto después a su comunidad y ha revelado su situación a su obispo, a su madre y su comunidad. Ahora dirige un grupo de apoyo a personas que viven con el VIH y a un grupo de jóvenes en su parroquia.
Ha conseguido también una beca para obtener un título de maestría en atención del VIH y comunitaria en una universidad cristiana. Rahab está construyendo un modelo de parroquia competente en VIH entre las personas que, en un principio, la habían rechazado.
Personas que no tenían hogar y abuelas aceptan el desafío
La competencia en el VIH surge a veces en situaciones inesperadas. Kariuki y Njeeri se casaron y tuvieron cuatro hijos mientras vivían en las calles de un barrio de chabolas en Nairobi, Kenia. La pareja es serodiscordante, es decir, sólo uno de los cónyuges tiene el virus. La familia escapó de la vida en la calle gracias a un "Buen Samaritano" que les alquiló una habitación y les ofreció una asignación semanal.
La EHAIA ha estado orientando a la pareja desde 2009 y les ha visto sacar el mejor partido de la ayuda que recibían ayudando a los demás. Han trabajado incansablemente ayudando a niños a abandonar la vida en las calles, haciendo que se sometan a la prueba del VIH e ingresen en escuelas y hogares para niños, o haciendo que los jóvenes frecuenten escuelas de formación profesional.
La pareja ha proporcionado también un lugar para un taller a estos niños y jóvenes. En total ha visto pasar por sus puertas a más de 70 niños y jóvenes que han adquirido educación, capacitación y alimento espiritual. Si se encuentra a alguno que es VIH-positivo, la pareja le ayuda a recibir el seguimiento y tratamiento médicos que tanto necesita.
También las abuelas han aportado su contribución. Recientemente, Njiru y un grupo de participantes en un taller facilitado por la EHAIA visitaron el programa Abuelas contra la pobreza y el SIDA, que se realiza en zonas rurales de Kenia. Njiru está todavía tratando de asimilar lo que vio y escuchó decir a mujeres profundamente heridas por el estigma del VIH. Este estigma les hizo perder a los hijos que habían esperado se ocuparan de ellas en su vejez. En cambio, son mujeres que luchan ahora para criar a sus nietos huérfanos.
La lucha contra el estigma, un llamamiento ministerial
El estigma crece en la ignorancia y el temor, y arrebata a las personas la dignidad que Dios les ha dado. Sin embargo, “la era del VIH presenta a los líderes eclesiales, tanto mujeres como hombres, no sólo un desafío, sino también una oportunidad para su ministerio”, dice Njiru.
Para afrontar las causas radicales de la pandemia, los activistas de la EHAIA, como Njiru, están atravesando toda el África Oriental para organizar talleres de creación de capacidad con líderes eclesiales, enseñantes de teología, activistas en la lucha contra el VIH y personas que viven con el VIH. Contra el estigma, la vergüenza, la discriminación, la inacción y las acciones erróneas se lucha por medio de la liturgia, asambleas y sínodos eclesiales, y toda una gama de ministerios de la iglesia, incluyendo las escuelas dominicales y las clases de catecismo.
Uno de los problemas principales es la respuesta insuficiente de líderes eclesiales a los principales factores impulsores de la pandemia, los problemas de desigualdad de género, y la violencia sexual y basada en el género. Njiru ha dado capacitación a líderes eclesiales para que utilicen el estudio contextual de la Biblia como instrumento que les ayude a afrontar los problemas y el estigma, la vergüenza, la discriminación, la inacción y las acciones erróneas. Ha sido un ejemplo de gran valor el examen de las actitudes con respecto a la figura de la mujer junto al pozo de la que se habla en Juan 4:1-26, y la aceptación de ella por parte de Jesús.
A medida que son más los dirigentes eclesiales que se introducen en la metodología del estudio contextual de la Biblia, comienzan a confesar que la forma tradicional de leer e interpretar las escrituras ha contribuido a la desigualdad y a la discriminación contra la mujer, fomentando la violencia sexual y basada en el género, y las masculinidades negativas.
Los talleres de estudio de la Biblia capacitan a las mujeres y a los hombres para afrontar la sexualidad humana, especialmente las actitudes y prácticas que destruyen unas relaciones sanas en las familias y en las iglesias. Se hace un llamamiento a los líderes eclesiales para la difusión del manual del estudio contextual de la Biblia, Contextual Bible Study Manual on Gender-Based Violence (FECCLAHA 2007), que se está utilizando actualmente, y se ha pedido su traducción a otros idiomas regionales. El manual existe ya en inglés, francés, portugués, kiswahili, malgache y amhárico.
Este artículo es el séptimo de una serie que presenta la labor que la EHAIA está realizando por medio de sus coordinadores y consultores teológicos regionales. La serie se publica como preparación para el Décimo aniversario de la EHAIA que se celebrará en abril de 2012.
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