Nos propuso recorrer en coche desde el Puente de los Navarros, donde confluye el Ara con el río Arazas que baja por el valle de Ordesa, en la puerta misma del parque nacional, hasta otro puente, el de San Nicolás de Bujaruelo, donde encontramos un paraje idílico junto al mesón-refugio y a los restos de una ermita. El puente románico de San Nicolas es el punto de inicio de la dura subida al collado de Bujaruelo y paso natural a Francia. Valle arriba se accede respectivamente a los valles de Otal y Ordiso, a cada cual más bonito.
Durante el primer tercio del recorrido, en una zona de garganta encontramos gran cantidad de especies endémicas de plantas con flores, Orejas de osos, campanillas, madreselva del Pirineo, corona del rey, helechos, entre otras muchas que yo no sé denominar, (Elisabeth creo que tomó muestras de todas ellas) . Al ser el camino empinado, caminamos con calma, así pudimos disfrutar tanto de las flores como del magnífico paisaje, con tremendos paredones verticales en el que se podía disfrutar de preciosas cascadas de agua.
Me ha parecido interesante publicar algunas fotos de flores y paisajes, mis compañeros de viaje seguro que aportarán imágenes emocionantes de los participantes.
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